En su afán por el desequilibrio propio del barroco, Luis de Góngora parodia en cierto modo el tópico con métrica popular en su letrilla "Ándeme yo caliente y ríase la gente", cargada de coloquialismos aunque el mensaje viene a ser el mismo:Traten otros del gobiernodel mundo y sus monarquías,mientras gobiernan mis díasmantequillas y pan tierno;y las mañanas de inviernonaranjada y aguardiente,y ríase la gente.Coma en dorada vajillael Príncipe mil cuidados,como píldoras dorados;que yo en mi pobre mesillaquiero más una morcillaque en el asador reviente,y ríase la gente.Cuando cubra las montañasde blanca nieve el enero,tenga yo lleno el braserode bellotas y castañas,y quien las dulces patrañasdel Rey que rabió me cuente,y ríase la gente.Busque muy en hora buenael mercader nuevos soles,yo conchas y caracolesentre la menuda arena,escuchando a Filomenasobre el chopo de la fuente,y ríase la gente.Pase a medianoche el mary arda en amorosa llamaLeandro por ver su dama,que yo más quiero pasardel golfo de mi lagarla blanca o roja corriente,y ríase la gente.Pues Amor es tan cruelque de Píramo y su amadahace tálamo una espada,do se juntan ella y él,sea mi Tisbe un pastely la espada sea mi diente,y ríase la gente.
miércoles, 5 de junio de 2013
Beatus ille en Luis de Góngora
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